25 de febrero de 2013

OSCAR 2013: LAS MENOS ACERTADAS EN LA ALFOMBRA ROJA

En una alfombra roja tan importante no podía faltar un repaso por las menos acertadas de la noche de los Oscars 2013.
Indiscutible es el hecho de que todos son vestidos muy especiales, muy lujosos y que tienen un trabajo inmenso a sus espaldas, pero quizás por no ser el adecuado para la persona o al revés, no me han convencido.

Empiezo por Nicole Kidman porque me quedé de piedra cuando la vi con este L`Wren Scott bling-bling con espirales en la zona inferior y es que nos tenía muy mal acostumbrados sobre la alfombra roja, allá quedaron sus preciosos estilismos como el Balenciaga rojo de 2007 o el Dior blanco de 2011. Según la propia actriz, fue su marido, Keith Urban al que le gustó el modelo. Por favor, Nicole eligé por ti misma la próxima vez.
  
Y es que los brillos para Hollywood son como las transparencias para Beyoncé, una necesidad. Por eso Jennifer Hudson no falló y con su Roberto Cavalli fue fiel a esa regla. El color es un azul muy bonito pero el estampado mitad animal, mitad transparente, no funciona en éste caso.

En el capitulo de los dorados, haciendo un homenaje a la estatuilla, Catherine Zeta-Jones de Zuhair Mourad. El corte del vestido es favorecedor, pero no me dice nada.

Todavía menos acertada fue Renée Zellweger con un Carolina Herrera que le hace un flaco favor a pesar de ser fiel a la firma. El lamé dorado quedó superado hace mucho tiempo y si no tienes el tono de piel adecuado, queda deslucido.

Otro capitulo destacable son los volúmenes imposibles  como este Donna Karan Atelier que Kelly Rowland eligió para los Oscars. La abertura de la falda parece que va a descoserse de un momento a otro en vez de darle un punto sexy, que creo que es lo que pretende. No le favorece el binomio black&white.

Otro volumen imposible es el Marchesa de Olivia Munn con una combinación de texturas en terciopelo y bordados dorados en el corsé y raso de seda en la falda. Que no os engañe la foto, el volumen de drapeados de la falda es demasiado, en la foto queda mejor.

Y que pena que Salma Hayek se pusiera años encima con este Alexander McQueen en terciopelo negro, con un escote halter en dorado, a modo de collar, que parece que se ha dejado el cuello en casa, y la hace más bajita de lo que ella es, por mucho que se pusiera un recogido alto y muy voluminoso. Su marido François Henri-Pinault es el presidente de un holding de empresas de lujo, entre ellas, Gucci, Balenciaga o YSL. Y digo yo, ¿Salma no encontró nada mejor que ponerse? si es que "en casa del herrero, cuchillo de palo" (cultura popular).

Seguro que mucha/os de vosotra/os no estáis de acuerdo conmigo, por eso ¿a quién sacaríais de la lista de las menos acertadas?

Imágenes: Vogue, Twitter.


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